Relatividad: E=mxC2 La energía es igual a la masa por la velocidad al cuadrado
Hay 2 teorías de la relatividad emitidas por Albert Einstein, “la teoría de la relatividad especial” y “la teoría de la relatividad general”. La primera de 1905 y la segunda de 1915.
Según la wikipedia: La teoría de la relatividad general, su nombre se debe a que generaliza la llamada “teoría especial de la relatividad” y el principio de relatividad para un observador arbitrario. Los principios fundamentales introducidos en esta generalización, son el principio de equivalencia, que describe la aceleración y la gravedad como aspectos distintos de la misma realidad, la noción de la curvatura del espacio-tiempo y el principio de covariancia generalizado.
La teoría de la relatividad general propone que la propia geometría del espacio-tiempo se ve afectada por la presencia de materia, de lo cual resulta una teoría relativista del campo gravitatorio. De hecho la teoría de la relatividad general predice que el espacio-tiempo no será plano en presencia de materia y que la curvatura del espacio-tiempo será percibida como un campo gravitatorio.
En 1918, cuando Einstein distingue lo que él bautizó como el principio de Mach (los efectos inerciales se derivan de la interacción de los cuerpos) del principio de la relatividad general, que se interpreta ahora como el principio de covariancia general.
Si veis, aunque parecen palabras complejas, vienen de un lenguaje científico, pero que nos han ayudado a comprender un poco mejor nuestro entorno y nuestra propia naturaleza. O sea, lo que podríamos llamar el movimiento atómico de forma individual o interactuando con diferentes materias.
Lo que quiero demostrarles con esta similitud matemático-emocional, es la relatividad de las emociones en sí mismas.
Esta teoría nos habla de muchos términos que según el contexto, pueden ser utilizados en ciencia o en cosas que están de moda hoy en día.
–Observador arbitrario: Esto se puede traducir, un observador (un observador es cualquier ente capaz de realizar mediciones de magnitudes físicas del sistema para obtener información sobre el estado físico de dicho sistema) que depende solamente de la voluntad o el capricho de una persona y no obedece a principios dictados por la razón, la lógica o las leyes.
Esto, si lo pasamos a la inteligencia emocional, nos dice que la formación es lo más importante, puesto que al final las determinaciones o las interpretaciones las hace una persona, entonces, lo más relevante depende de nuestra respuesta emocional.
Mi experiencia me lleva a pensar que lo que nos está pasando actualmente, es una falta de sentido común, porque como todo lo que depende de unos baremos, de una inteligencia, cultura, ect.,… en definitiva de un equilibrio, puede ser muy relativo.
Alguna vez os han dicho: “Tienes el guapo subido”, “Estás hoy enchufado”. Yo, evidentemente, solo puedo hablar de experiencia, pues si, he visto a personas hablar de un tema que realmente le apasiona, le motiva y he visto cómo sus ojos brillan, cómo se enrojece la piel, cómo su pecho se expande, cómo en encoba la pelvis y el cuerpo se empodera, en definitiva.
Lo que quiero haceros ver es, como la energía hace que nuestro cuerpo genere activación (felicidad) o por lo contrario, depresión (infelicidad). Cuando estamos deprimidos, estamos en la actitud totalmente opuesta. Hombros encorvados, pecho retraído, posición de hiper cifosis (chepa), mal color de piel, ojos caídos, gesto facial totalmente desplomado. Nosotros somos los únicos que podemos activar este torrente de signos físicos involuntarios, siendo las emociones las responsables de esta actitud corporal.
Imaginaros el cuerpo como un globo, por el cual corre la energía, imaginaros, para reducir la complicidad del organismo, que la energía tiene dos sentidos, desde los pies por delante, hacia la cabeza, y desde la cabeza hacia atrás hasta los talones y el otro sentido es al contrario.
¿Cómo os quedáis si os digo que, aunque habrá momentos que nos superen, esta energía podemos nosotros mismos activarla?
¿Has notado alguna vez un cosquilleo desde el ombligo hacia el pecho o la garganta?
